Noticias Tapadai.com

Sidrerias Tapadai.com

miércoles, 5 de agosto de 2009

De Asturias al mundo entero

Luis Benito García, encargado de realizar del informe con el que el Principado solicitará a la UNESCO que declare la sidra patrimonio protegido, advierte de la necesidad de «preservar la cultura» que rodea a la bebida regional

«Ninguna bebida del mundo está tan arraigada a un territorio concreto como la sidra». De esta manera se expresa el investigador, escritor y profesor de Historia de la Universidad Oviedo, Luis Benito García Álvarez. Él es la persona elegida por la Consejería de Medio Rural y la Fundación de la Sidra para redactar el estudio con el que se presentará ante la UNESCO la solicitud de patrimonio protegido, una categoría de la que todavía no goza ningún alimento ni bebida en todo el mundo.
«La sidra es una bebida que nació de la necesidad ya que, dadas las condiciones específicas de la región, no era viable producir vino», explica García Álvarez, quien señala que ya existen textos datados en el siglo VIII que recogen la existencia de la sidra. «Se trata de una bebida que ha dejado su rastro en el folclore de la región, así como en la pintura y la literatura, tanto de la llamada alta cultura como de la baja», señala. Entre los elementos tradicionales intrínsecamente unidos al mosto de manzana, García Álvarez destaca los lagares, las sidrerías, el ritual del escanciado y las espichas, a las que califica de «caso único».

Polémico escanciado
El historiador observa que pese a que en la región la bebida está plenamente consolidada, «es necesario proteger la cultura de la sidra» ya que en los últimos tiempos se están aplicando nuevas prácticas que ponen en riesgo algunos de los elementos más tradicionales. «En Asturias está bien asentada, pero se ve una tendencia en la hostelería a utilizar cada vez más instrumentos automáticos en sustitución del escanciado tradicional. Es una práctica que realizan los propietarios de los establecimientos buscando un mayor beneficio recortando gastos de personal y aprovechando más el espacio del local, pero atenta contra una parte del ritual de esta bebida ya que el escanciado representa un elemento simbólico», señala García Álvarez.

Para él, defender la cultura de la sidra, que es lo que se busca con el reconocimiento de patrimonio protegido por la UNESCO «es defender el sector, porque se protegerá todo el proceso y no debemos olvidar que se trata de una industria que sigue siendo tradicional».

El profesor de Historia de la Universidad de Oviedo considera que el contexto actual es el oportuno para presentar ante la UNESCO una propuesta de este tipo. «Contamos con varios libros y con una tesis doctoral que obtuvo la máxima calificación posible que se refieren a la importancia de la sidra y su influencia en la cultura asturiana. Se trata de un proceso complicado y lento no exento de dificultades, pero contamos con garantías de peso de que es posible lograr la categoría de patrimonio protegido», explica. Hay que recordar que este proceso durará entre dos y tres años y que partió de una iniciativa de José María Osoro, presidente de la Asociación de Lagareros de Asturias.

Mayor sociabilidad
Si algo destaca García Álvarez respecto a la bebida regional es que invita a la sociabilidad. «La sidra es un producto se consume en grupo compartiendo el vaso y, dado que no tiene un índice de alcohol tan elevado como el vino, permite estar bebiendo y socializando durante más tiempo», apunta.

Fuente: http://www.elcomerciodigital.com

No hay comentarios: